Estas y otras consideraciones han hecho que muchos crean ridículamente que el tener comités es “según las escrituras” y que conferirle autoridad a alguien “no es ni bíblico ni sabio”. La inmensidad de nuestro error está resumido en el mordaz comentario inicial: “Porque Dios amó tanto al mundo que no envió un comité”. La iglesia que se muere por querer tener un comité, está condenada a ser pequeña. Esta idea es tan irracional y sobrevive en la iglesia sólo porque nos han lavado el cerebro para creer
Pages 119–120